PETRUS AUGUSTO

PETRUS AUGUSTO, EL TIRANO

 

 

16/07/2021.- ECM.

 

La nueva Ley de Seguridad Nacional que propone Pedro Sánchez, si es aprobada, convertirá a los españoles en esclavos, en caso de crisis y las condiciones para determinar esa crisis son tan vagas que casi dependen de la simple voluntad del jefe de gobierno de turno.  El presidente del gobierno adquiere poderes extraordinarios y podrá disponer de su dinero, su vivienda y hasta de su misma vida.

 

La ley es tan absolutista que no necesita un estado de guerra o de catástrofe para que sea impuesta. Además de ser incompatible con la democracia y con el Estado de Derecho, lo es también con la dignidad de la persona, con las libertades básicas y con los derechos humanos.

 

Se trata de un paso determinante para alcanzar la tiranía total y a lo que  todo ciudadano demócrata libre y decente debe de oponerse y luchar  con determinación.

 

Ese paso de gigante, desde la democracia a la más abyecta tiranía, lo está dando el partido socialista de la mano de "Petrus  Augusto", el jefe de gobierno más miserable y opresor de la Historia moderna de España.

La nueva Ley de Seguridad Nacional convierte a cada español en esclavo potencial del Gobierno en caso de "crisis". Si los españoles no lo impedimos, Pedro Sánchez será pronto nuestro más odioso dictador. Sánchez, con esa ley, se acerca al modelo esclavista chino y sigue los oscuros y maltusianos  objetivos del Nuevo Orden Mundial (NOM), en el que el ciudadano es anulado, oprimido y despojado de sus libertades y derechos por gobiernos que gestionan Estados invencibles e intocables, con más poderes absolutos que los antiguos reyes absolutistas  o los dictadores comunistas, nacionalistas  o fascistas, como Lenin,  Stalin, Hitler,  Mussolini o Franco.

 

Las peores obsesiones de  Pedro Sánchez, lo colocan, con esta ley y su surrealista agenda 20/50, como esbirro de la vanguardia mundial en el camino hacia el Nuevo Orden, cuyas metas creíamos que se alcanzarían poco a poco y algunos nunca, pero el dirigente socialista español se adelanta al tiempo, en su sicosis de esbirro aventajado,  y pretende establecerlas en este año o el próximo, con la ayuda de los votos del socialismo degradado del PSOE, del comunismo y de los nacionalismos mercenarios, todos hijos del odio, que apoyan su gobierno para ofrecerle a Soros, Bill Gates, Foro de Davos,  al Emperador Amarillo y demás delincuentes y criminales,  la cabeza de España en bandeja de plata, sin olvidarnos de los Estados Unidos de Joe Biden que, aunque parezca increíble, están avanzando por la misma senda. Su proyecto de renovar la seguridad nacional no va tan lejos como el de Sánchez, pero se aleja decenas de millas de la democracia y del modelo de país que idearon los padres fundadores, de los EE.UU.

 

El sanchismo, en un avance más hacia la tiranía, se enfrenta ahora a los jueces, los acosa y no respeta las sentencias de los altos tribunales, cuando le son hostiles. Ese rasgo demuestra como ningún otro su lejanía de la democracia y sus sucias tendencias dictatoriales, inadmisibles en un país de la Unión Europea, la OTAN y el llamado mundo libre.

 

La reciente lucha de los cubanos por la libertad será un mazazo que pondrá de rodillas a esos socialismos y comunismos que pugnan por resurgir y que estaban logrando que el mundo olvidara su naturaleza brutal y asesina, causante en el siglo XX de más de cien millones de asesinatos.

 

La rebelión del pueblo cubano contra sus dirigentes opresores tendrá efectos demoledores sobre toda la izquierda mundial, que una vez más ve como el pueblo al que dice que redime y favorece le rechaza y le humilla, enfrentándose a sus sicarios en las calles, tan desesperado que sus hombres y mujeres no temen perder sus vidas.

 

La crisis de gobierno de Sánchez sólo se explica desde el fracaso, el cabreo y la frustración. Es un terremoto provocado por el miedo de Sánchez a la derrota electoral que ya despunta por el horizonte y la rabia ante el creciente rechazo ciudadano a su gestión. Aunque lo oculte, para un narcisista como él, ser rechazado por su pueblo es la peor de las tragedias.

 

España está cansada de sus gobernantes y harta de soportar abusos y violaciones de la ley. La última exaspera como pocas: los catalanes quieren pagar con dinero público lo que el Tribunal de Cuentas reclama a los políticos nacionalistas que gastaron ilegalmente dinero en el "proceso.

 

Y para estimular el odio, desviar la atención del pueblo y para que los abusos y arbitrariedades del poder queden impunes, dicen los socialistas y comunistas que VOX es un peligro para la democracia, pero los hechos demuestran lo contrario, que el peligro son ellos, que están utilizando el gobierno para destruir el sistema democrático y las calles para subvertir el orden y generar crispación, inquietud y hasta violencia. VOX es sólo una esperanza de regeneración del sistema político español, podrido y desvergonzado, y un revulsivo para sacar cuanto antes del poder al malvado Petrus Augusto.

 

16/07/2021.

 

Emilio Clemente Muñoz