PARAÍSO DE CORRUPCIÓN

PARAÍSO DE CORRUPTOS

 

 

07/06/2020

 

España se enfrenta a un futuro cargado de incógnitas y amenazas que hasta puede acabar con la nación, pero nuestros políticos sólo piensan en ganar elecciones, acumular poder y adoptar medidas que les proporcionen votos, cueste lo que cueste, mientras la nación se hunde y está a punto de ser intervenida porque se encuentra al borde de la ruina y el fracaso.

 

Todo lo que hoy contemplamos en España, desde el rechazo masivo a los gobernantes y la baja calidad de la democracia y del gobierno hasta la decadencia, el avance hacia la pobreza y el deterioro de los servicios y la convivencia, es fruto de la inutilidad y el fracaso de la clase política española que trasciende los colores y las ideologías.

 

La política española la ejercen cada día más unas bandas de imbéciles arrogantes y pendencieros que le han perdido el respeto al pueblo y a las leyes y que les da igual exhibir en público sus bajezas  y desconocimiento de la democracia.  Solo saben administrar los conflictos, sin conseguir resolverlos. Su objetivo debería ser alcanzar la felicidad del pueblo, el bien común y la grandeza de la nación, pero solo entienden de la defensa de los propios intereses y privilegios.

 

Todo lo que han tocado lo han estropeado o pervertido: la Constitución, la igualdad, la Justicia, la convivencia, el bien común, la unidad, la seguridad, la esperanza, el prestigio de la nación y la felicidad de sus ciudadanos han saltado por los aires, hasta el punto de que la tarea más urgente hoy es recuperar la democracia y la política como ejercicio ético y de servicio a la comunidad. Hasta han conseguido incrementar salvajemente el independentismo y la ruptura, que hace tres décadas eran insignificantes.

 

Discuten agresivamente entre ellos y contagian a la sociedad de crispación, división y violencia. No cooperan, salvo a la hora de subir sueldos y agregar privilegios, ni aportan nada al bien común y son incapaces de pensar y legislar lo que conviene a la nación. Jamás se acercan a los padecimientos reales del pueblo y nunca aportan las soluciones que el pueblo espera de ellos.

 

Los efectos del fracaso de la mayoría de los políticos en la sociedad española son demoledores. Millones de españoles creen que la falsa democracia en España, además de convertirse en una "aristocracia de oradores", es también refugio de privilegiados, cueva de tiranos, paraíso de corruptos y un ejército de inútiles bien pagados y con mucho más poder del que merecen.

 

No es fácil entender como el pueblo, que en teoría es soberano y el dueño del sistema, paga astronómicamente y deja robar a esos inútiles por estropear la nación, la convivencia y el futuro, además de dañar la prosperidad y sembrar el país de inquietud, desconfianza e infelicidad.

 

07/06/2020

 

E.C.M